Con el buen tiempo y el aumento de las temperaturas es muy importante que nos mantengamos hidratados bebiendo abundante agua durante nuestras salidas.
Una buena solución, si no queremos llevar bidones encima o depender de su capacidad limitada, es recurrir a una mochila de hidratación: permite almacenar más líquido en su depósito y según qué modelos nos brindan espacio adicional para transportar otros útiles.
Eso sí, hay que saber cuidar y mantener la bolsa de hidratación para que se mantenga como el primer día durante mucho tiempo.
Hoy te traemos una serie de consejos que seguro te resultarán de utilidad para el cuidado y mantenimiento de tu bolsa de hidratación:
- Prioriza la limpieza de la bolsa: Dejar la bolsa llena de agua durante días o semanas no es nada recomendable. Sabemos que una vez llegamos de ruta el cansancio es mayúsculo, pero recomendamos vaciar todo el líquido, enjuagar con agua del mismo grifo y poner la bolsa a secar boca abajo nada más llegar a casa. Ya sabéis, mejor prevenir que curar.
- Guarda la bolsa en el congelador: Una vez limpia y seca, guardar la bolsa en el congelador hará que se mantenga perfecta hasta la próxima salida y evitarás la aparición de microbios y otras bacterias indeseadas.
- Humedece las juntas y conectores de goma: Moja con agua cualquier cierre de depósito o conexión que tenga un retén o junta. Así, evitarás que las gomas pueden moverse, retorcerse o romperse con el tiempo, provocando que la bolsa pierda su estanqueidad.
- ¿Cualquier bebida vale?: Hay quién dice que añadir bebidas con azúcar pueden dañar la bolsa, al quedar partículas incrustadas una vez seca la bolsa. Si bien es recomendable usarla con agua, si seguimos el primer consejo y dejamos la bolsa impecable una vez terminamos de usarla no deberíamos tener mayores problemas.
Esperamos que estos consejos os resulten muy útiles. Volvemos la semana que viene con un nuevo artículo. Hasta entonces…
NEVER RIDE ALONE
